Por tratarse de una coupé (la denominación 2+2 es simplemente simbólica) las plazas traseras no aceptan a dos adultos. Una limitación es el acceso a las plazas delanteras por dos razones: la altura del techo y las butacas están ancladas muy adelante (no hablo de regulación) cerca del eje donde pivota la puerta de gran tamaño. Por lo tanto subir y descender de la Genesis no es una tarea simple, en especial si no hay espacio para abrir la puerta al máximo.

El equipamiento de serie tiene lo necesario pero hay faltantes que sólo se pueden aceptar si la política del importador fue llegar a un precio razonable y competitivo. De otro modo no se entiende la ausencia de navegador, de un ordenador multifunción (sólo dispone de uno básico) y de sensores traseros de estacionamiento. En lo que respecta al baúl es de capacidad lógica para una coupé pero la boca de carga es algo mezquina para introducir equipaje de grandes dimensiones.

La dotación de seguridad está compuesta por ABS+EBD, control electrónica de estabilidad (ESP desconecatable con tres modos de asistencia), seis airbags y apoyacabezas activos. Por su cintura elevada y techo bajo, la superficie vidriada es limitada por lo tanto la visibilidad panorámica no es lo más destacable pero por tratarse de coupé deportiva no se puede esperar mucho más.

Siempre que se llega a este punto uno se ve obligado a reiterar conceptos. No es fácil lograr un eficiente compromiso entre comportamiento dinámico y confort de marcha. Bueno, en la Genesis los responsables del tema han salido airosos obteniendo una buen balance de las suspensiones mediante una Mc Pherson delantera y trasera multilink de cinco brazos.

Las butacas de reglaje manual son correctas, abrazan adecuadamente al conductor en curvas y junto al volante multifunición de regulación doble hacen que la posición de manejo sea correcta para cualquier humano. Por su parte, el instrumental es de visualización inmediata y está apoyado por un ordenador de funciones básicas en el centro del tablero. Como detalle de originalidad suma tres «relojes» en el centro de la consola que indican la presión que se ejerce en el acelerador, presión del turbo y temperatura de aceite. La climatización y la insonorización se mostraron eficaces aún con temperaturas superiores a los 30º y a altas velocidades no se manifestaron filtraciones eólicas.

Las prestaciones hablan de deportivo civilizado ideal para el uso diario. Mediante la presión que ejerza en el acelerador la Genesis puede ser una mansa coupé o un deportivo agresivo estirando los cambios hasta superar las 6.000 vueltas mediante las levas ubicadas detrás del volante. Así se llega a los 100 km/h en 7,9 segundos y en 28,1 cubre el kilómetro. Las distancias de frenado no están como para una mención especial. 40 metros para detenerse a 100 km/h está en el límite de nuestra zona verde. El consumo, en cambio, es austero: 6,2 litros cada centenar de kilómetros a 100 km/h en D8 y 11,4 en el denso tránsito urbano de Buenos Aires.

Estos valores son responsabilidad de un motor eficiente de cuatro cilindros y 2.0 litros con turbo que ahora entrega 30 caballos más que la versión anterior de la coupé Genesis. El correcto escalonamiento de los ocho cambios logran buenas cifras de aceleración, de recuperación y de consumo obteniendo una velocidad máxima de 243 km/h en Drive7.

La amplia distancia entre ambos ejes, junto a una trocha ancha y la tracción trasera, hacen al comportamiento de la Genesis. Desconectando el ESP o en posición «Step2» el caucho trasero transmite un leve deslizamiento que se transforma en una leve pero previsible sobrevirancia que apenas obliga a una sutil corrección para mantenerlo en la trayectoria elegida. En curvones rápidos de alta velocidad su conducta se muestra agradablemente neutral y tanto el tren delantero como el posterior junto a un sistema de dirección eficiente hacen que el manejo sea una tarea en la que se manifiesta una grata sensación de seguridad. La Genesis es maniobrable en ciudad y en conducción rutera muestra una inconmovible estabilidad direccional, aún con vientos laterales importantes.