El interior del Arrizo está bastante más arriba de lo que nos acostumbraron los chinos años atrás, aunque hay detalles que atrasan. Todos los plásticos son rígidos, y cuando atravesamos empedrados se hicieron presente grillos en la zona de la plancha. El único color que rompe con el negro predominante en el habitáculo es el rojo de las costuras del volante, las cuales también están presentes en las butacas tapizadas en cuero. Volante multifunción, con comandos de audio, crontol de velocidad crucero y los comandos para una computadora de a bordo representada en un display en color naranja, cosa anticuada si las hay. Ambos relojes son legibles, aunque nunca viene mal un indicador de velocidad digital.

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Los comandos de la consola están al alcance de la mano y distribuidos de manera intuitiva. Lo curioso es la ubicación de desactivación del control de tracción, al lado de la baliza, muy poco prudente. En la cima, una pantalla táctil de 7”, con buena respuesta, pero algo acotada en funciones. No tiene navegador ni Mirror Link, aunque sí tiene cámara con guías móviles, acompañadas únicamente por sensores atrás.

La distancia entre ejes es de 2,65 metros (1 cm más que el Tipo, 2 más que el Emgrand7, e idéntica al de un Vento), por lo que en las plazas traseras se disfruta de un amplio espacio entre rodillas y butacas delanteras, y a pesar de contar con techo eléctrico, la cabeza de los ocupantes que midan más de 1,80 metros de estatura con rozará con el techo. Sin embargo, la mala nota viene por el lado de la cantidad de apoyacabezas, con solo dos en esa zona, aunque curiosamente, con tres cinturones de tres puntos. En este rubro, el Arrizo está bien nutrido, con seis airbags, y control de estabilidad y tracción, más asistente al arranque en pendiente y frenos ABS apoyados con EBD.

Lo último: el baúl es de 431 litros, bastante más chico que el del Tipo (520 litros) o Virtus (521), y alejadísimo del monoambiente que ofrece el Emgrand7 (680, y sin expensas). Debajo del piso, un auxilio del tipo temporal.

El bloque que monta es un 1.5 litros de cuatro cilindros y 16 válvulas con distribución variable y cadena, construido por Acteco (propiedad de la marca china).Dispone de 115 CV, por lo que está a la altura del Tipo (1.6 de 110 CV), Virtus (1.6 de 110 CV), y los Peugeot 301 y Citroën C-Elysée (1.6 de 115 CV), mientras que el par es de 14,4 kgm a las 3.800 rpm. El Emgrand7 también podría ser una alternativa, dado que monta un 1.8 de 136 CV, y en todos los casos, salvo en ambos sedanes chinos que cuentan con una CVT, la caja es automática de seis relaciones.

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El desenvolvimiento del Arrizo fue mejor del que esperaba, sobretodo en ruta. Va bien aplomado, no sufre los vientos laterales como suponía y su andar es bastante silencioso puertas adentro. A 100 km/h constantes, el motor trabaja a 2.200 rpm, y tiene un gasto de 6,7 l/100 km, un número bajo acorde al segmento, pero cuando lo hace a 130 km/h, va un tanto enroscado y el consumo se dispara a casi 10 l/100 kms (un tipo obtuvo registros de 6,3 y 7,6; un Virtus, 5,6 y 7,2; un 301, 5,8 y 7,1; y del Emgrand registramos 6,7 y 8,6 l/100 kms).

El 0 a 100 km/h lo completó en 13,1 segundos, cifra lógica para el segmento, mientras que el kilómetro, en 34,5 a 156 km/h, y sin percibirse vibraciones en el volante a esa velocidad, aunque sí tiene una sobreasistencia que sería mejor corregir. Recupetó de 80 a 120 km/h en 8,9 segundos, suficientes como para realizar una maniobra de sobrepaso de manera segura. En tanto, las distancias registradas lo colocan en la zona regular de nuestra escala: 40,2 metros para el 100-0, 68,3 de 130 a 0, y casi 15 para detenerse desde 60 km/h. Vale aclarar que en ningún momento perdió la trayectoria y el pedal de freno opuso la resistencia suficiente como para hacernos notar que el Chery frenaba, no como nos ha pasado con otros productos de origen chino.

En el ámbito urbano se desenvuelve con soltura y confort, con unas suspensiones quizás un poco más duras de lo esperado, pero que no penalizan en el agrado de conducción. En tanto, el radio de giro es un tanto amplio y sumado a que no cuenta con asistencia eléctrica la dirección, hará que las maniobras a baja velocidad se tornen algo engorrosas. En definitiva, el Arrizo a nivel dinámico no es un sedán que guarde sensaciones únicas al volante, sino más bien tiene un andar tranquilo, con un correcto confort y en ciudad, con un registro lógico de 10,2 l/100 kms.